S i ves un thriller de ciencia ficción con naves extraterrestres llegando a la Tierra y zonas militarizadas alrededor, podes apostar a que es cuestión de minutos para que aparezca un Will Smith o un Aaron Eckhart y empiecen las explosiones y balas para todos lados. Oh sorpresa, Arrival (en español: La Llegada) es completamente diferente, hay una lingüista involucrada y el lenguaje tiene un rol preponderante en la trama… …sip, por eso estoy escribiendo.
[Alerta de spoiler: Si vas a continuar leyendo el artículo asumo que viste la película. Algunos detalles (y un poquito más) son discutidos, así que…]
La película se basa en un cuento corto de Ted Chiang y sigue la llegada de extraterrestres a una serie de sitios alrededor del mundo. En un lugar de aterrizaje en Montana, la profesora de lingüística Louise Banks (Amy Adams) trata de traducir el lenguaje de los extraterrestres y abrir la comunicación con ellos. No es la única, en todo el mundo otros equipos científicos intentan hacer lo mismo. En paralelo los gobiernos mundiales discuten si comparten o retienen sus hallazgos y si tratar a los extraterrestres como huéspedes o enemigos. Sí, es un poco más compleja que ET estirando el dedo al grito de “teléfono mi casa”.
Conversar descartado. Los extraterrestres de Arrival emiten una especie de gemidos incomprensibles. Al intentar comunicarse con ellos, Louise aprende que su lenguaje escrito es circular y que no progresa de causa a efecto. Para ellos el tiempo no tiene una dirección.
¿Qué extraño verdad? No tanto. En la tierra las distintas culturas perciben el tiempo de forma diferente. Los que hablan chino tienden a pensar que el tiempo transcurre de arriba a abajo mientras que los que hablan inglés o español piensan que el tiempo corre de izquierda a derecha.
Una diferencia clave entre el lenguaje de los Octópodos (así los bautizan) y los humanos es la relación entre sus formas escritas y habladas. En la Tierra las formas habladas y escritas tienden a ser las mismas. Hablamos español con una serie de sonidos y simplemente los representamos a través de letras y palabras en una hoja. Para los extraterrestres, sin embargo, no hay relación entre el lenguaje hablado y el escrito. En el lenguaje oral de los seres humanos, el orden de las palabras siempre es importante («Juan le pasó a Pedro» significa algo diferente que «Pedro le pasó a Juan»). Cuando los humanos escriben mantienen esa estructura para retener el significado. Estos visitantes no necesitan mantener ese orden al escribir porque los círculos representan conceptos enteros, la secuencia no importa.
Y acá lo interesante. A Banks se le prende la lamparita al notar que no siguen secuencias y razona “…¿si también piensan de esa forma?”. Esto abre la puerta a la controversial hipótesis de Sapir-Whorf, que sostiene que el lenguaje afecta nuestra forma de pensar. En la década de 1940, Edward Sapir y Benjamin Whorf propusieron que la estructura de un lenguaje influye en cómo percibimos y experimentamos el mundo.
Por ejemplo, hay dos palabras en ruso para diferentes tonos de azul y resulta que los rusos son más rápidos en discriminar entre tonos de colores que nosotros. En teoría las palabras podrían optimizar partes del cerebro para trabajar mejor.
Por extensión, cabe preguntarse si Louise podría empezar a pensar de manera diferente una vez que aprenda el lenguaje extraterrestre, que es cómo ella es capaz de “usar el arma” y desdoblar el tiempo al final de la película. Spoiler y pico me mandé, perdón pero reforzaba la idea. Créditos, The End.
La película toma ese concepto. Si aprendes un nuevo idioma, tu cerebro genera nuevas conexiones y se reconecta. Esto sucede con los bilingües que cambian entre uno y otro idioma. En Arrival el cerebro de Banks se vuelve a conectar pero de forma extrema, con un impacto personal enorme.
En resumen, en la superficie Arrival es un drama de ciencia ficción sobre la vida extraterrestre, el lenguaje y la amenaza de la extinción humana pero si uno lee entre líneas se trata de una historia que aborda como ocurre la comunicación, la naturaleza del miedo y la confianza en los humanos y la forma en que el lenguaje moldea el pensamiento y la comprensión del mundo donde vivimos. Cuenta la historia de una mujer que elige una vida de sufrimiento para salvar a la humanidad, y eso, en cualquier lenguaje, sea humano o no, puede dejarte sin palabras.