E stás en tu casa, pos jornada laboral, intentando organizar lo que resta del día y la mañana del día siguiente. Llega papi del trabajo y al primer intento de diálogo BRUUUUMMMM, la boca de tu pequeño y amado hijo empieza a largar palabras al aire una atrás de la otra cual metralleta ¡y no paraaaaa! No te deja meter bocado. Idéntica situación puede ocurrir en perfecta sincronía con cualquier momento poco oportuno, como una llamada de teléfono o charla con cualquier persona. Seamos honestos, estas situaciones pueden ser frustrantes para cualquiera. ¿Venden control remoto con Mute para hijos? No pierdas tiempo googleando, no hay. La buena noticia es que esta actitud de nuestros hijos es perfectamente apropiada para la edad mientras continúan aprendiendo a usar el lenguaje en contextos sociales.
Pasamos los primeros años haciendo que nuestros hijos hablen, que usen el lenguaje para saludar, comunicar pensamientos, ideas, sueños y esa ingenuidad maravillosa y luego… …les pedimos que se callen. En verdad no queremos que se callen, solo que esperen su turno. Tan importante como enseñarles a hablar es transmitirles las reglas del lenguaje en una conversación de dos sentidos. Esto último se llama conversación por turnos y es una habilidad de comunicación social o pragmática. ¿Cómo la aprenden? No hay ningún misterio, observando a los adultos en su entorno, aunque a menudo los niños necesitan alguien que los guíe. El dominio de las habilidades pragmáticas del lenguaje es importante y frecuentemente se pone poco foco en ellas. El cerebro es una máquina excepcional y muchas cosas pasan ahí dentro durante una conversación de ida y vuelta.
Pasamos los primeros años
haciendo que nuestros hijos hablen y luego
les pedimos que se callen
¿Están tratando de expresar que necesitan ayuda (mami necesito mi peluche)?, ¿comunicar la promesa de hacer algo en el futuro (voy a juntar los autitos después que termine la leche)?, ¿simplemente saludando con un hola/chau? ¿o utilizando el lenguaje para pedir información? (¿quién gana en una pelea, el león o el cocodrilo?) Los niños necesitan decodificar todas las formas en que el lenguaje es usado y cuando utilizarlo.
Sumado a descifrar como usar el lenguaje también tienen que aprender a cambiar la forma en que usan el lenguaje basados en las necesidades del oyente. Ese proceso de evaluación del receptor y posterior emisión de palabras sucede en pocos segundos y es asombroso. Cuando hablamos con otra persona nuestro cerebro está continuamente monitoreando lo que está diciendo nuestro compañero de conversación, leyendo su lenguaje corporal para entender lo que está sintiendo y luego formulando una respuesta, recuperando las palabras de la memoria, alineándolas en el orden correcto, encontrando y ordenando esos fonemas que componen cada una de esas palabras y enviando mensajes a los músculos de la cavidad oral para comenzar con el movimiento específico requerido para pronunciar la respuesta. Ufff, ¿es genial verdad? Eso explica porque mi hijo de 5 años utiliza un lenguaje más simple cuando habla con su hermano menor que cuando conversa con un compañero de su misma edad o con un adulto.
Por último, de seguro tu hijo o hija ya ha comenzado a aprender las reglas “ocultas” del lenguaje social. Estas reglas incluyen que tan cerca pararse de la persona con la que estamos hablando, como mantenernos en tema, como hacer comentarios en el momento adecuado, usar y leer expresiones faciales y el contacto visual para recabar información y monitorear la reacción de las palabras en la otra persona. ¡Como si fuera poco tienen que esperar su turno para hacerlo!
No sé el tuyo pero mi hijo de 5 no es muy adepto a esperar y por eso es que suceden las interrupciones. Aquí viene la pregunta del millón, ¿qué hacemos? Les dejo algunos tips que uso en la clínica y en casa para trabajar sobre conversación por turnos e intentar reducir las interrupciones.
Quiero hablar
Lo primero es enseñarles a observar. Mirar la cara y boca de mami, si la boca se está moviendo y su cara está mirando a otra persona entonces mami está hablando. Si queres que mami te mire hay que decir “quiero hablar” (…puede ser otra frase). Va más allá de los buenos modales, el foco es enseñarle al mini loro a observar a quien habla. Alcanza con elogiar a tu hijo/a cada vez que esas palabras salgan de su boca y obviamente prestarle atención inmediata para reforzar ese comportamiento, al menos inicialmente. Los niños aprenden por repetición y necesitan tiempo, puede llevar una, dos o tres semanas para reforzar esto.
Ya estoy con vos
Es fácil darse cuenta cuando dominan decir “quiero hablar”, te van a ametrallar con “mamá quiero hablar, quiero hablar mamá, quiero hablaaaarrrr, mami quiero hablar, mameeeeee!”. Padre o madre, si estás en esa etapa estoy segura que lo sabes y es hora de trabajar en el “ya estoy con vos”. Es necesario sentarnos con nuestros niños y explicarles detenidamente que a veces cuando ellos dicen “quiero hablar” no podemos dejar todo y prestarles atención de inmediato, que si bien sabemos que es difícil es importante esperar su turno. Esperar significa que vamos a escuchar todas las cosas que tienen para contarnos, dándoles el foco y la atención que se merecen.
Podemos enseñarles que cuando escuchemos que dicen “quiero hablar” les vamos a hacer saber que los escuchamos respondiendo “te escuché, ya estoy con vos”. Puede ser esta u otra frase, lo importante es que tengan algo que les indique que escuchamos que nos necesitan y que deben esperar. Luego les explicaremos que cuando giremos nuestra cara para mirarlos significa que estamos listos para hablar con ellos. Este pequeño paso les enseña no solo a esperar sino a mantener el foco en la observación.
Esta etapa lleva tiempo, ¡paciencia! Cada interrupción es una nueva oportunidad para reforzar estos pasos y lograr un futuro con menos interrupciones.
Practicar con juegos
Ésta es mi parte favorita. Queremos enseñarles a nuestros hijos a no interrumpir cuando otro está hablando pero no nos olvidemos que son niños. Los niños aprenden imitando. Por lo tanto vas a necesitar mostrarle a tu pequeño lo que tan bien le explicaste con palabras. Podemos elegir un juego que a tu hijo/a le guste y que se pueda jugar de a 2 o más personas. Mi favorito es el juego de la memoria pero puede ser otro. Cada uno tendrá su turno ya sea para sacar una carta o para tirar un dado, reforzando ese comportamiento con palabras como “es mi turno”, “ahora es tu turno”, “cuando es mi turno miramos y escuchamos a mami”, “ahora es tu turno y mami no puede hablar”. No olvides que el foco de esta actividad es aprender jugando así que hay que ser flexible, ¡muchas reglas lo harán aburrido! No queremos que sea perfecto, queremos que sea un momento relajado y divertido en donde estamos aprendiendo algo nuevo.
Si te preocupa que tu niño no esté cumpliendo los hitos del habla, lenguaje o comunicación acordes a su edad, no dudes en consultarlo con tu pediatra. El sabrá si corresponde o no derivarlo a un fonoaudiólogo.